Subió al
auto enfurecido y se dirigió directo a su departamento. Manejando sin prestar atención
al tráfico fue repasando la discusión con su novia, todavía fresca en su
memoria.
-Primero, ¿¡desde
cuándo agrega gente del gimnasio al WhatsApp!?- gritó para sus adentros mientras
pasaba un semáforo en amarillo.
Al subir a
la autopista y con el pie un poco más pesado gritó hacia afuera - ¿¡Y quién carajo
es Facundo!? ¿¡Y por qué le manda mensajes un Viernes a las ocho de la noche!?
Ya en su
hogar, se preparó para dormir todavía pensando en la pelea. Tomó su teléfono y
le escribió a su pareja un monólogo sobre los motivos por los que le parecía mal
que se escribiese a escondidas, y la indignación que le producía que no
le hubiese avisado que estaba hablando con otro.
Al lavarse
los dientes recordó algo que le dijo -No se por qué te ponés así. Me pasa
rutinas de entrenamiento nada más. Además, tiene novia, así que no está
buscando nada raro, ni yo tampoco.
-Por
supuesto, la excusa perfecta de tener novia- pensó, y siguió -pero yo sé lo que
quiere, lo mismo que quieren todos los hombres; pero ella se deja engañar; cree
que quiere ser amigo, pero, ¡la amistad entre el hombre y la mujer no existe!
Una vez en la
cama se dispuso a dispuso a dormir, pero no logró conciliar el sueño. El diálogo
interno no le permitía calmarse.
Sin haber
pegado un ojo, tomó su celular bien temprano y se fijó si tenía a este tal Facundo
en su Facebook. La confirmación de esto fue demasiado para él.
-Mariana, o
lo borrás de todos lados y dejás de hablarle o terminamos- fue el mensaje de voz
que envió. Pero la respuesta nunca llegó.
Consigna: Escribid un texto con la forma y el género que queráis de no más de 300 palabras sobre los celos y la desconfianza. Link.